sábado, marzo 08, 2008

¿QUIÉN NO TIENE UN CUENTO QUE NARRAR?

En mi óptica la narración puede contener los más variados matices. Según el momento o la oportunidad, de acuerdo al entorno, a la sensibilidad de los presentes, el cuento puede convertirse en una historia romántica, dramática, terrorífica, infantil, ilógica, pervertida, real, colorada por su procacidad, divertida, fatalista, insólita y cuántos tipos más. El cuento en estos tiempos se ha ido desarrollando a la par de la imaginación de sus actores, quienes involucrados en el acontecer diario de la sociedad y empapados de habilidades gestuales, temperamentales, artísticas y hasta mímicas, con dicción estupenda y modulación de sus expresiones aún mejores, nos llevan a escenarios de historias con finales inimaginables. Los protagonistas de nuestra sociedad política son realmente los mejores actores que jamás escuela alguna de arte dramático ni de las mejores del imperio haya producido. Incluso ahora, los cuentistas disponen de herramientas tan apropiadas como los medios de comunicación, para entretenernos, hacernos sufrir y reír, en el contexto de un mundo globalizado donde el stress debe ser enfrentado por cualquier método ante las sacudidas emocionales que producen las constantes y diarias amenazas de hambruna, agresiones, balas, bombas y guerras entre personas y países, y entre unos y otros. Cada capítulo narra con detalle histórico y hasta bíblico los orígenes endógenos de la trama, los que, por cierto, son colocados en forma precisa en el espacio y tiempo, que no permiten al espectador predecir el final de la historia. Los personajes surgen para realizar afirmaciones que solo en el ocaso de la narración, quizás, sean comprensibles. Así, el cuento deleita, apasiona, alimenta la imaginación del hombre común, quien poco a poco se va convenciendo de lo que será probablemente un final grandioso y amoroso. Cómo en todo cuento, hay aristas que el cuentista no desarrollará, dejándoselas al lector, al oyente y al observador. De ahí que muchos fabricarán sus historias secundarias, agregando nuevos hechos y tal vez otros personajes y nunca el cuento acabará. Un cuento en dos frases y siete días: Violación de Espacio Territorial vs Cese de la Amenaza de Guerra.

0 comentarios: