domingo, noviembre 30, 2008

¿QUE SIGNIFICA VIVIR EN SOCIEDAD?

En mi concepto es aceptar, aprender y disfrutar de todos y cada uno de los momentos habidos durante nuestra existencia física, de modo que ello nos permita crecer como personas capaces de ser tolerantes, respetuosos y comprensivos de los pensamientos y acciones de los demás ciudadanos, donde solo el imperio de la ley de dios y la del hombre basadas sobre el respeto a los derechos humanos en su más amplia concepción, sancione a aquellos que incurren en faltas a la moral, a las personas y a las normas de la sociedad. Es posible que para usted amigo lector el concepto sea distinto, sin embargo, mi propósito ahora no es abrir un foro sobre el tema, mi objetivo es simplemente resaltar que en un país donde no existan los factores que conforman ese complejo proceso de vida, la dignidad de sus ciudadanos es uno de los que más se ve afectado. El caos producido como consecuencia de ello se traduce en desobediencia a cualquier norma legal por una gran numero de ciudadanos, sin importar su condición social o gubernamental, y donde por el contrario cada quien quiere hacer lo que se le venga en gana, al creerse con la razón absoluta ante cualquier situación sin importar el criterio de los demás. Así, lo que es bueno para unos, para otros no lo es simplemente de modo caprichoso. Pretender que todos y cada uno de sus ciudadanos arrojen a la basura sus mayores y profundas convicciones religiosas, morales y políticas y asuman exclusivamente las de otro en particular, solo por un salario mensual, por permanecer incólume ante los atropellos a otros, por permanecer silentes ante la corrupción, por ser impávido ante la violación de los derechos humanos, es matar la dignidad del pueblo, entendida esta como el derecho natural que tiene de disfrutar de un sistema de libertades y garantías que la carta magna prevé. Es muy triste observar como día tras día la dignidad de nuestra nación se ve atacada y es poco o muy poco lo que se logra para enaltecerla. La fantasia que muchos han vivido hasta ahora, en algún momento finalizará, pues así ocurre con todo aquello que tuvo un mal comienzo. Cualquiera sea la ideología religiosa, moral y política, la meta es vivir en armonía y no morir en forma indigna.

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